lunes, 10 de enero de 2011

Internet es un baile de máscaras


Buenos días, hoy reanudo el blog de una forma un tanto teatral. Siempre me ha gustado hacer las cosas a lo grande por miedo a caer en la mediocridad, así que espero estar a la altura de vuestras expectativas.

Se ha dicho en muchas ocasiones que, pese a ser Internet el medio de información más solicitado en la actualidad, por la gran cantidad de datos, estadísticas, imágenes, foros... que contiene, no hay que perder de vista el hecho de que éstos no se han autogenerado.

Salvo un perfil de Facebook o de cualquier otra red social, que si conocemos a la persona valoraremos más objetivamente lo que leemos o vemos de ella al visitarlo (aunque muchas personas buscan en una Red Social la fórmula perfecta para ser quienes quisieran, y no quienes son), el resto de contenidos están escritos por personas a las que no conocemos. ¿Quién hay detrás de una valoración positiva sobre "X" hotel en Londres? ¿Quién escribió esa crítica ponzoñosa sobre "Y" agencia de viajes?

Casi todos hemos llegado a la conclusión de que no podemos dejarnos influir por una sola opinión o información, sino que lo más sensato es contrastarla con otras fuentes para así hacer una especie de promedio y decidir a qué atenernos.

Y el pero (siempre hay un "pero"), viene acompañando a la anterior conclusión: Al "esconder" Internet la identidad del autor de la información, ¿puede ser él autor de más de una crítica negativa?, ¿o positiva?, ¿o de un texto de apariencia estructurada con consejos sobre un tema del que sabe solo de oídas y no es experto?

Fiaos cuando podáis (no se puede vivir en la eterna desconfianza), pero cuando dudéis, contrastad la información con un experto SIEMPRE. Si yo hubiese hecho caso de los consejos sobre veterinaria que encontré navegando en Google cuando mi gato tuvo un problema en un ojo, a día de hoy estaría ciego según mi veterinario habitual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario